DE EXPORTACIÓN

El capitán de la selección comenzó su carrera en la adolescencia, ha jugado a nivel internacional y aún tiene la esperanza de jugar en el viejo continente.

El actual jugador de Liceo Mixto, es uno de los grandes referentes en Chile gracias a su trayectoria. Patricio Antonio Briones Moller no sólo ha desarrollado su carrera en Chile, sino que su rendimiento lo ha llevado a jugar a nivel internacional. Estuvo en Argentina, en Atenas de Córdoba. Durante la temporada pasada lo hizo en la liga mexicana y tuvo la chance de jugar en Europa, pero la falta de ayuda truncó esta posibilidad.
Patricio Briones, el capitán de la selección nacional, con 2,12 metros de altura y pívot de posición en la cancha, comenzó su carrera en la Universidad Católica a los 15 años. Con este equipo logró coronarse como el Campioni Domani. En cuanto a los campeonatos internacionales, con Atenas de Córdoba logró el primer lugar.
Además es un hombre muy apegado a su familia, su pequeña Renata es su adoración y también agradece las oportunidades que le ha dado la vida en el ámbito profesional. Luego de su participación en Halcones UV pensó en retiraste del básquetbol. No obstante, Patricio se siente seguro de su nivel y sigue su carrera, otra de sus grandes pasiones. Y es que Patricio Briones tenemos para rato.

-¿Como empezó tu gusto por el básquetbol?
- Fueron varios los factores. En mi familia muchos lo practicaban a nivel amateur, tanto en la comuna donde vivían como en torneos veraniegos, pero lo que generó mis primeros pasos, fue por mi padre. Él me regaló para un cumpleaños la posibilidad de aprenderlo en la escuela de basket de la UC. Esto trajo consigo mis primeros pasos federados.

-¿Dónde partiste jugando?
-La verdad yo comencé a jugar un poco antes de ingresar a la escuela de basket. Lo hice en mi colegio, que en ese entonces era el Liceo de Hombre A-109 -actualmente Juan Gómez Millas- donde mi profesor de educación física, Jorge Poblete, me motivó a practicarlo en beneficio de las condiciones físicas que yo tenia.
Yo creo que ahí comencé, realmente, a tomarle el gusto a esta disciplina. Si a ello le sumamos las oportunidades de jugar que me abrió Roberto Ostoic "como refuerzo" por el Liceo Municipal.

-¿Cuándo y en qué club comienzas profesionalmente?
-Mi inicio profesional tuvo varios ribetes. Jugué en la UC y en Unión Española, pero oficialmente lo hice en Banco del Estado en el año 1992. Participando en los torneos oficiales de la Asociación Santiago y Dimayor

-¿Qué es lo que te gusta del básquetbol?
-(titubea y se detiene a pensar). Es un deporte muy completo, exigente y bastante popular a pesar de la historia futbolera de nuestro país. Pero jugarlo y jugarlo bien gusta mucho.
Aunque para mí, hacerlo donde no hay presencia una liga me llena el alma. Es muy enriquecedor hacer esto en escenarios en los que no se acostumbra tener federaciones como Dimayor. Eso produce una efervescencia única y que debería ser tomada en cuenta. El ambiente que se crea es motivante, y la llegada a la gente es importante. Es ahí donde yo realmente disfruto de esto.

-Has sido Seleccionado Nacional ¿qué significa ser seleccionado para ti?
-Un premio al esfuerzo, a la constancia, al sacrificio de hacerlo bien ¿Es difícil?, sí y mucho, pero gratificante.
Ser seleccionado me brindó muchas oportunidades de mejorar, de viajar y conocer otros lugares. Sin embargo, lo más importante es que me dio una vida, una linda. Me dio una familia y un motivo para seguir creciendo.

-Tu buen desempeño como jugador te ha llevado a estar en equipos a nivel internacional, y la última vez lo hiciste en México ¿en qué equipo fue y cómo es el nivel del básquetbol allá?
-Tuve la gran dicha de jugar en una de las instituciones más serias del baloncesto mexicano, Halcones UV. La liga es una de las mejores del hemisferio norte, por la trascendencia de los clubes para cada ciudad y el apoyo de éstas hacia sus deportistas. El nivel de organización es impresionante. No obstante, no dista mucho de lo que tenemos en Chile.

-Una comparación entre el básquetbol nacional y las ligas internacionales en las que has participado:
-La diferencia fundamental está en la cobertura de la liga en sí. La TV es imperativa en el desarrollo de los clubes y su permanencia en el tiempo. Eso crea el interés de los privados en aportar con los recursos necesarios para mejorar desde el mismo recurso humano, hasta la infraestructura necesaria para más y mejores eventos.
También es una vitrina para los jugadores que compiten en busca de mejores oportunidades. Una ventana a la transparencia, porque al estar en pantalla todos los protagonistas deben perfeccionarse. Desde el arbitraje, pasando por jugadores, los dirigentes y hasta los auspiciadores, ya que van a buscar el espectáculo. Y lo principal, para marcar presencia de que el baloncesto está vigente.

-¿Cómo ves el básquetbol chileno?
-Chile cuenta con escenarios muy atractivos para este deporte, e instituciones que han invertido en la disciplina tanto en el norte como en el sur. Talento hay, pero poco ¿Trabajo o Planificación?, se percibe discretamente. Debería existir algo más concreto.
Competencia, también hay pero sectorizada. Dimayor debería hacer patria en todo el país. Una Liga Nacional sería lo ideal. Sin embargo, falta para conectarla a un calendario internacional y de peso como la actual competencia profesional cestera del país. Creo que se crece, pero no al ritmo internacional

-Has tenido la oportunidad de ir a algún club europeo. Si la tuvieras ¿a qué liga y equipo te gustaría ir?
-En el año 2000 estuve a prueba en España durante dos semanas, y si bien me ofrecieron un par de contratos -uno en ACB y otros dos en LEB-, sacar el pasaporte comunitario era imperativo. Y aunque pude obtenerlo, por mis antecedentes familiares, el gobierno de ese entonces me negó ayuda, a pesar de mis años como seleccionado chileno. Cosas del basket.
Si tuviera una nueva oportunidad lo haría en España, en cualquier equipo.

-Luego de jugar en la liga mexicana tenías pensado abandonar el baloncesto ¿qué hizo que te quedaras?
-Mi permanencia en la actividad va en respuesta a mi condición física. En México tuve una participación bastante aceptable,y llevo mucho tiempo realizando la actividad a un nivel muy bueno. No voy a quitarle mérito al sin número de sacrificios que hice cuando joven, pero todo va en respuesta a algo. Yo lo llamo a eso: trabajo.
Para ello también hay una responsabilidad directa de quienes me rodean, mi familia principalmente y también mis compañeros de equipo, el cuerpo técnico. Algún dirigente que siempre apoya y valora tu esfuerzo, e incluso los elementos nocivos que siempre te tratan de perjudicar te ayudan a encontrar la motivación necesaria para seguir. Soy un agradecido de Dios

-¿Cómo te sientes y cómo evalúas lo que has conseguido con Liceo Mixto?
-Me siento correspondido y agradecido de las oportunidades que se me presentan, a medida que avanzamos en está tarea de reflejar jornada a jornada el profesionalismo con que se trabaja y gestiona en nuestra institución.
Es un esfuerzo mancomunado, donde están involucrados casi la totalidad de los funcionarios de la empresa, desde el rector hasta los guardias de seguridad. Quienes hacen que la máquina funcione y bien.
Evaluar lo que venimos haciendo los últimos tres años no es difícil, pero requiere más que unas palabras. Hay mucho por hacer aún y si bien llegar a ser el mejor no es lo difícil, mantenerse lo es complicado ¡Ahí es donde estamos!

-¿Cuál es tu mayor logro en la vida y como jugador profesional de básquetbol?
-Mi mayor logro en esta vida es brindarle lo mejor a mi familia y a quienes me rodean, sin reparos. Amando las cosas que juntos hemos conseguido en ésta aventura del vivir. El básquetbol me ha regalado muchas alegrías y algunos sinsabores también. Aunque lo principal como logros, una vida hermosa, una gran historia, los triunfos y por su puesto los trofeos.