MIGUEL URETA: PASIÓN POR EL BÁSQUETBOL, AMOR POR LA UC

Su equipo está a pasos de convertirse en un Top 4 si le gana el quinto partido a Liceo Mixto. Se muestra conforme por lo realizado hasta el momento con su plantel, joven y sin extranjero. Pero a no confiarse que M. Ureta va por más.


Miguel “el mono” Ureta, entrenador de Universidad Católica ha pasado toda su vida dedicado a este deporte. Toda una vida, no es exagerado decirlo, ya que desde los nueve años comenzó su historia en el básquetbol, cuando estaba en el Colegio Calasanz. Terminada su etapa como escolar entró a la Universidad de Chile a estudiar Educación Física, y en segundo año lo llamaron de su colegio para que fuera el entrenador de baloncesto, lugar en el que finalmente estuvo quince años. En ese último periodo ya entrenaba a las series menores de los cruzados y por ello había un convenio que le permitía llevar jugadores del colegio a su club.
Luego de estar en las ligas menores, el mono Ureta dice que “a los veintitrés, veinticuatro años llegué a la liga mayor”. Tres años estuvo fuera del país y se fue a España a dirigir a Liceo Frances, equipo de la segunda división. A su retorno a Chile llegó a la UC nuevamente. Eso hasta el 2001-2002, cuando otra vez armó las maletas para trabajar junto a Julio Lamas. Al volver al país la católica sigue al mando y eso hasta hoy, donde está disputando el pase a los Top 4 del Campeonato de Apertura de la Dimayor.
El DT de los cruzados es padre de dos hijos, “Nicolás –el mayor- y Diego y felizmente casado por segunda vez”, según comentó. De Nicolás cuenta que estudió cine en el extranjero y que hoy está formando su familia, en tanto diego está en su segundo año de Kinesiología en la Universidad Mayor. Así que asegura que con su familia y lo que hoy está viviendo en el básquetbol con su equipo lo tiene más que contento.



-¿Dónde dio sus primeros pasos en el básquetbol?
-¡Fue muy divertido! El Colegio Calasanz, al que iba yo, era súper acogedor con los alumnos. Era un Colegio abierto. Salíamos de clases a las dos, entonces nos aburríamos mucho en la casa, así que almorzábamos con mis amigos y después volvíamos.
En el colegio habían muchas actividades deportivas, esto cuando tenía como nueve años, y con Gonzalo Valdivia nos metimos a todas las selecciones. Hasta que un día enganchamos con el entrenador norteamericano que tenía la escuela y que jugaba por la Unión Española. De ahí en adelante nunca más dejamos el baloncesto.
Además había gente que buscaba jugadores en el colegio y nos invitaron a jugar a la Universidad Católica. Entonces jugábamos tres días por el colegio, tres días entrenábamos y los otros dos días por la católica. Así que nos pasábamos todos lo días y los fines de semana jugando básquetbol. Mi vida era primero el báquet y después el colegio.
-¿En qué equipos jugó?, ¿lo hizo de manera profesional?
-Yo siempre jugué por la UC, desde la categoría mini hasta la adulta. Pero nunca jugué de forma profesional, yo nunca recibí un peso por jugar. Es un detalle importante, porque alancé a jugar algunas temporadas con el equipo profesional de la católica, que tenía muy buenos jugadores como: Manual Herrera, Alejandro Pavez, Jorge O’Ryan y a ellos si se les pagaba, eran estrellas. Yo jugaba por gusto.
-En su carrerea como basquetbolista, ¿cuál es el DT que más lo marcó?
-Hay varios y me resulta difícil nombrarlos en un orden. Pero hay hartos que me ayudaron y me marcaron mucho. Sin duda que Nestor Gutiérrez, que es un entrenador muy apasionado por el básquetbol, él me empujó y me formó en la manera en que yo veo el baloncesto hoy, es el que más me marcó. También Renato Raggio, gran entrenador de la selección chilena y no puedo dejar de lado a alguien que fue un gran DT dentro de la Universidad Católica: Héctor “Tito” Oreste, de él aprendí muchísimo.
Quien también me ha impactado gratamente –hoy-, con su calidad como ser humanos y como entrenador es Julio Lamas. Es muy inteligente, capaz e intuitivo.
-¿Cómo y cuándo llega Miguel Ureta a convertirse en DT de la Universidad Católica?
-Yo había hecho todas las divisiones menores, en alguna oportunidad el entrenador del primer equipo en ese momento, Milton Quijada, se enfermó y yo dirigí mi primer partido porque lo tenía que reemplazar. Posteriormente, cuando el club salió cuatro veces campeón yo era asistente de Tito Oreste. Luego el asume un cargo diferente en la organización del club y yo me hago cargo del equipo. Desde ahí hasta hoy, son como unos veinticinco años.
-¿Cuáles cree usted que deben ser las cualidades de un entrenador de básquetbol?
-Yo creo que lo más importante es que al tipo le guste el baloncesto, sea un apasionado, y que piense al menos que hoy no se va a hacer millonario con esto. Por otro lado, creo que el sujeto debe vivir las veinticuatro horas al día pensando en básquetbol, debe conocer bien la disciplina.
Tiene que estar muy inmerso en el tema, constantemente perfeccionándose. Entendiendo que él no es más que un guía y que su labor pasa por esto mismo a través de muchos jugadores. Entonces al final sus mejores evaluadores van a ser las generaciones que el logró formar, bien o mal ellos lo dirán.
-En el plano más técnico, ¿cuál es la mejor manera de prepararse y luego enfrentar a un rival?
-Hoy se juega un básquetbol un poco diferente, se juega un básquetbol más físico. Entonces bajo ese punto de vista, ha igualdad de condiciones a nivel de una liga profesional, los jugadores que atléticamente no están bien preparados probablemente no logren los objetivos que se plantearon a principio de temporada. Por ello los jugadores deben estar muy bien preparados físicamente, además deben tener recursos, tiene que conocer los fundamentos del básquetbol y ojalá lograr ser jugadores diferentes. Porque el jugador diferente, ese que es creativo es el que normalmente los equipos lo van a acoger.

Universidad Católica y el Apertura 2009

-Clasificaron como el “mejor perdedor”, entonces, ¿cómo lo han hecho para levantar esa desventaja a nivel de juego?
-El equipo tuvo una muy buena fase regular, terminamos en la segunda posición siendo el único equipo que juega sin extranjeros, sólo con un plantel muy joven y lo hicieron muy bien.
Ahora, lamentablemente después nos tocó cruzarnos con un equipo que este año al revés del año pasado no le hemos podido encontrar la mano. El año pasado le ganamos siempre a Boston College y este año no lo hemos podido hacer, y nos tiene tomado el pulso. Nos ganó 3-0 y bien merecido. Entonces tuvimos la suerte de clasificar como mejor perdedor por el reglamento.
Hoy somos un equipo con mucha motivación y que ha obligado a Liceo Mixto a un quinto partido y que es un club que le tiene tomada la mano a las águilas. Ahora nosotros le estemos haciendo una serie cerradísima a mixto. Pero el equipo anduvo mal en los partidos con boston, en el resto de los partidos estuvo bien. Creo que ha sido una buena temporada.
-Liceo Mixto es el actual campeón, con un muy buen nivel. Por ello estadísticamente ellos tenían más chance, además iban 2-0. Hoy estamos en la incertidumbre, ¿cómo se dio vuelta ese resultado?
-¡Ojo!, porque los dos partidos en Los Andes fueron muy apretados. En el primero la diferencia fue por seis puntos y en el segundo por uno, teniendo en cuenta que estuvo la posibilidad de ganarlo. Por lo que pudimos estar hablando de un 3-1 a favor nuestro o también de un 3-0 a favor de Liceo Mixto. El tercer y cuarto partido se jugó con dos alargues, ha sido una serie muy cerrada que estuvo para cualquiera.
Pero acá los chicos han sabido jugarle Liceo Mixto y espero que podamos repetir eso y ganarles en su casa. Sin duda un play off duro y apretado.
-¿En qué posición está el plantel con este resultado?, ¿Siente alguna presión?
-Nosotros no tenemos ninguna presión, porque la obligación de es Mixto y no nuestra. Nosotros queremos ganar obviamente, pero el que tiene la obligación de tener la victoria es Liceo Mixto. Ellos tienen un plantel más grande, son los campeones, ha hecho grandes inversiones. Nosotros no tenemos extranjero, porque quisimos hacerlo con nuestros jóvenes y nos ha dado un excelente resultado.
Aunque hay que decir que sí, queremos ganar, queremos llegar a Punta Arenas y ser campeones también.

Cruzado de corazón

¿Qué significa ser cruzado para Miguel Ureta?
-Yo estoy desde los nueve años en Universidad Católica, hoy tengo cincuentidos, entonces es difícil no sentirme cercano. Si tú conversas con cualquier entrenador latinoamericano, que están en las ligas, no pueden creer que yo esté casi por treinta años en la misma institución. Algo hay que te hace ser muy fanático de tu equipo y muy respetuoso de tu club porque es tu segunda familia.
Las dos veces que me ha tocado estar fuera por razones personales, ha sido bien difícil estar fuera de mi institución. En mi caso yo me siento muy agradecido y muy parte de la familia de la UC y creo que también he entregado casi mi vida a ellos, entonces creo que hay un sentimiento reciproco, con todo lo que ello significa, hasta peleas. Pero uno ya es parte como del ADN de la Universidad Católica.
Me siento muy contento con lo que hago y en el lugar que estoy trabajando. Espero que consigamos los objetivos como lograr quedar entre los primeros lugares y por otro lado seguir siendo un club competitivo. Porque la católica es una institución formadora de personas y jugadores y un referente del básquetbol nacional.